Casi un 40% de la población adulta de todo el mundo padece de trastornos del sueño, principalmente de apnea del sueño, patología que suele ser más frecuente en hombres que en mujeres, y cuyos signos se van incrementando con la edad y el aumento de peso.
En sí, la apnea del sueño es un trastorno de la respiración, la cual se interrumpe o se hace muy superficial durante el sueño. Todos hemos oído hablar de la apnea, ya que es una enfermedad que está relacionada con el ronquido; pero es mucho más que ello.
Como indicamos, se trata de una patología que consiste en la obstrucción de la vía aérea cuando el paciente se encuentra dormido. Pero, cuando esto sucede, se genera una gran dificultad para el intercambio de gases y de aire, provocando la interrupción de la respiración y un fuerte ronquido. En aquellos casos donde la pausa respiratoria es de al menos unos diez segundos, es llamada apnea de sueño.
Una de las primeras razones para tratar la apnea de sueño es la incertidumbre, ya que la gravedad de la apnea de sueño es determinada por la duración de la parada respiratoria y por la frecuencia; es decir, por el número de apneas que sufre el paciente por hora.
En algunos casos, si ocurren entre 10 y 20 apneas por la noche, es considerada apnea leve; entre 20 y 50, es apnea moderada y más de 50, es una apnea grave. Es por ello, aunque no lo parezca, que la apnea del sueño es una enfermedad extremadamente grave y muy frecuente, ya que la obstrucción de la respiración puede provocar enfermedades graves como la hipertensión pulmonar o la miocarditis.
En términos generales, la apnea del sueño afecta a personas de diferentes rangos de edad, incluso a niños. Sin embargo, los pacientes suelen presentar unas características específicas que ayudan a su diagnóstico, principalmente si definimos su tipología.
Existen tres tipos de apnea del sueño:
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En la mayoría de los casos, además de los ronquidos y la pausa de la respiración, existen otros factores que incrementan el riesgo de sufrir apnea del sueño.
Finalmente, una vez se tiene el diagnóstico de la apnea del sueño, con la sintomatología y la polisomnografía (estudio del sueño), ya se ha podido determinar la gravedad de la enfermedad. A partir de allí, existen diferentes formas de llevar a cabo el tratamiento de la apnea de sueño en Madrid.
Sin embargo, el principal método y más efectivo para tratar la apnea, es mediante la Terapia CPAP, es decir, mediante el uso de un equipo CPAP, el cual se ajusta a la cara del paciente a través de una máscara, generando una presión que lucha contra la obstrucción de la vía aérea durante el sueño.
Además, existen otros tratamientos alternativos para la apnea del sueño, como los dispositivos de Avance Mandibular (DAM), que se coloca dentro de la boca del paciente, empujando la mandíbula y la lengua hacia delante para mantener las vías respiratorias abiertas; o la Terapia Miofuncional, la cual utiliza ejercicios para trabajar la tonicidad de la musculatura de la faringe y de la boca.
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