Saber identificar si un adolescente necesita terapia es sólo el primer paso de una serie de acciones que se deben tomar en beneficio de la salud mental, emocional y física del adolescente.
La única manera para prevenir que los problemas emocionales se agraven es actuar de manera rápida.
La intervención temprana puede ayudar al adolescente a desarrollar las habilidades de afrontamiento que necesita para mejorar su bienestar general.
Aquí hay algunos pasos a seguir si sospechas que tu hijo o hija necesita ayuda:
- Ten una conversación abierta
Hablar de manera abierta, sabiendo escuchar y sin juzgar puede ayudar al adolescente a comprender mejor lo que está experimentando.
Para un adolescente es muy importante saber que tiene apoyo emocional en medio del tumulto de emociones, pensamientos y sensaciones que le abruman.
- Consulta a un profesional
Si luego de hablar con tu hija o hijo, los signos persisten o empeoran, deberás buscar ayuda con un profesional de la salud mental.
Sin embargo, si hay autolesiones, trastornos alimentarios o si el adolescente ha vivido un evento traumático, te recomendamos buscar cuanto antes ayuda profesional, ya que conversar no será suficiente.
Un psicólogo, psiquiatra o neurólogo especializado en psicología del adolescente puede realizar una evaluación adecuada y recomendar el tratamiento necesario.
La terapia individual proporciona un espacio seguro para que el adolescente hable sobre sus problemas y desarrolle estrategias para manejarlos.
Es uno de los tratamientos más efectivos y el más realizado en nuestro centro, además de la terapia EMT en casos de depresión, ansiedad, TOC y TDAH en adolescentes.
En algunos casos, la terapia familiar puede ser beneficiosa para abordar problemas de comunicación y dinámicas familiares que pueden estar contribuyendo a los problemas del adolescente.
No te cierres a esta posibilidad, recuerda que la prioridad es ayudar a tu hijo a superar los problemas.